Una de las actividades más difíciles de realizar en el mundo occidental, es el trabajo en equipo, cuando escuchamos, tanto en el trabajo, como en la escuela, “hagan un equipo para realizar cierta tarea”, los gestos de muchos delatan su temor y poco entusiasmo para trabajar de este modo, sin embargo, cuando se logra, es una gran satisfacción, porque la estrategia funciona.
En muchos lados leemos que cuando queremos iniciar el cambio de alguna situación, todo inicia desde casa, en efecto, el trabajo colaborativo, también viene desde casa, este es un mensaje para las mujeres, tenemos que dejar de ser las Trabajadoras Domésticas del Hogar, somos un miembro más de la familia, no las personas del servicio de limpieza.
¿Cómo le hago para lograr que todos me cooperen en casa?
Haz una lista de tareas de todo el hogar, incluye baños, trastes, todo, hasta el lavado de la ropa, la comida, reúne a toda tu familia y generen un tablero de actividades asignadas. A los más pequeños y jóvenes nunca les pongas a hacer labores como un castigo, porque allí nace la idea que realizar el aseo de la casa es un castigo, cuando en realidad, es una responsabilidad de cada quien.
Recuerda que los niños pequeños también pueden realizar tareas pequeñas, un niño o niña de tres años puede recoger juguetes, tender una cama, llevar la ropa al cesto de las cosas sucias, separarla por color, a los doce años, ya pueden hasta realizar ventas de cosas sencillas, sin llegar a la explotación infantil, ya pueden cocinar, lavar su ropa y realizar prácticamente todo solos, preocupación es, tener 30 años, seguir viviendo en casa de tus padres y no saber ni lavarte la ropa, porque no has generado esa independencia vital y necesaria para darle tranquilidad al alma y la salud mental.
Una vez que tienen toda la lista, repartan las tareas, incluyendo al padre de familia, muchas mujeres trabajan, y deben llegar a hacer aseo a casa, no importa sí están cansadas. Crear un trabajo colaborativo en casa, nos genera empatía, respeto hacia los demás miembros de la familia. Lleguen a acuerdos muy sencillos y no pongan consecuencias si no se realiza la tarea, la consecuencia es que, si tu hijo de 17 años no recogió y lavó su plato a la hora de la comida, en ese mismo plato sírvele la cena y verás cómo al día siguiente lo hace por sí mismo.
La consecuencia es que, si tu marido o pareja deja sus zapatos a media sala y mañana viene alguien a visitarlos, y sus cosas están allí, pues él sentirá incomodidad y lo hará al día siguiente. La clave está en que la madre o la cuidadora no se desespere, enseñe a cada uno con paciencia, y recordar que ningún hogar está al cien por ciento limpio siempre, y menos con niños, pero al menos ya estás asegurando que tus hijos o los más jóvenes del hogar lograrán hacer tareas del hogar por ellos mismos sin que se los pidas, independencia, autosuficiencia y gran empatía, además de erradicar el machismo, e incluso tu relación de pareja será beneficiada.
Lily Figueroa
Entrenadora Humanista Organizacional
Conferencista y locutora de radio
Servicio de psicología
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