Cada 3 de julio se celebra el Día Mundial sin Bolsas de Plástico, en un intento de concienciar a la población del gran peligro que representa el uso de las bolsas plásticas para el medio ambiente.
Esta celebración surge como resultado de la lucha de un sinfín de organizaciones ecologistas que para que se promulgara este día con el objetivo de promover su desuso y la apuesta por alternativas menos contaminantes, pues una bolsa plástica se utiliza, en promedio, quince minutos y puede tardar de descomponerse alrededor de 50 años.
La mayor parte de las bolsas de plástico no solo no se reutilizan ni se reciclan, sino que son desechadas de forma inmediata e incontrolada y terminan en los basureros o en el mar, por lo que miles de especies de animales se ven afectadas.
Al ser elaboradas con derivados del petróleo, su producción es rápida y económica, pero se trata de materiales muy contaminantes y dañinos para la salud y los ecosistemas. El polietileno, material con el que están hechas, se creó por accidente en una planta química en Inglaterra en 1933. En 1965 su producción fue patentada, y muy pronto su uso se generalizó, reemplazando a las bolsas de tela o papel por su extendida distribución gratuita.
En 1997, el investigador Charles Moore descubrió la gran mancha de basura del Pacífico, una isla de basura ubicada en el centro del océano en el que se acumulan inmensas cantidades de plástico que amenazan la vida del planeta.
No obstante, se fabrican más de un billón al año, y han logrado alcanzar los rincones más recónditos de nuestro planeta, como las profundidades de los océanos, la cima del Everest o los polos, por lo que el desafío ambiental al que nos enfrentamos no debe minimizarse.
Se ha comprobado que se trata de plásticos de gran resistencia, por lo que no se descomponen, pero sí se desintegran en fragmentos diminutos conocidos como microplásticos, que son ingeridos por los animales y que han sido encontrados en nuestros cuerpos. De ahí la importancia de erradicar su uso.
Sin embargo, la utilización de bolsas de papel, biodegradables o compostables no es la solución, pues uno de los grandes problemas es la cantidad de basura que generamos. La única solución y gran reto como sociedad es lograr su total eliminación y reemplazar por el uso de bolsas reutilizables de larga durabilidad.
Entonces, la próxima vez que vayas a utilizar una bolsa plástica o que vayas a comprar una bolsa reutilizable de baja calidad que igual terminará en la basura, reflexiona sobre en qué planeta quieres vivir.
Por un mundo libre de plásticos, celebremos este día cambiando nuestros hábitos de consumo.