Resonar con la vida-alternativas de transformación
La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra.
Paulo Freire
La relación naturaleza-sociedad se ha transformado al grado de tener un impacto insostenible debido a la interacción humana en una escala temporal durante sus diferentes etapas evolutivas en función de las actividades de origen social que se sustentan de la naturaleza para mantener sus necesidades.
A partir del siglo XVI al XXI, la era del Antropoceno en que la humanidad se fue convirtiendo en el mayor agente transformador de la biosfera, hasta el Capitaloceno actual, en el que el régimen del capital se ha instaurado en el motor de la historia. Podemos comparar el tiempo de la tierra hace 4,500 millones de años con el de la humanidad, de apenas alrededor de 300, 000 años, miles de años de convivencia y diálogo de la humanidad con la naturaleza, sin embargo, la historia de las sociedades ha marcado más de 100 años en que ha intentado controlar a la naturaleza en función de la estructura del sistema económico actual, el cual domina y determina las clases políticas en todo el mundo.
Las crisis de la modernidad han derivado en crisis civilizatorias formadas por sinergias con escalas multidimensionales: sociales, ecológicas, económicas, individuales. Los patrones de consumo actuales han provocado un pronóstico de que en solo 30 años se extinguiría la quinta parte de las plantas y animales del planeta. Se han excedido las 420 partes por millón de CO2; nos encontramos a poco tiempo de superar 1.5 grados la temperatura de la tierra donde las consecuencias serían fatales para el equilibrio ecológico, como menciona Leff (2020), “La muerte sin fin revive el fin de la historia”.
En este panorama también hay momentos de cambio, de conciencia y solidaridad social, para lo cual es muy importante entender, los límites biofísicos que tienen los ecosistemas que integran el espacio, así como la vocación natural para conocer cuáles son las actividades que son pertinentes y de qué manera se pueden desarrollar de la mano con la cosmovisión local.
Así es que podemos observar el panorama socioambiental en toda su complejidad, pero también de la manera más simple, la tierra nos está gritando que necesita revertir las prácticas humanas insostenibles, es urgente repensar la racionalidad productiva a través de una administración consiente del uso de los bienes naturales, aprovechar las líneas culturales y conocimientos tradicionales que abonan a la construcción participativa de un proyecto hasta la construcción de una política pública que sumaría a la forma en que los grupos sociales que habitan el territorio; necesitamos, además, la transmisión de conocimientos bioculturales de hombres y mujeres de diferentes contextos y sumar los esfuerzos desde la academia, las organizaciones de la sociedad civil, guiar a las gobiernos a una real cultura de sustentabilidad y también para ello desarraigar las desigualdades en la toma de decisiones.
Existen así alternativas que contienen, en esencia, un proceso de transformación en el tiempo, bajo diferentes condiciones y necesidades que se diferencian de una cultura a otra en categorías que se visibilizan como: el género, las clases sociales y la etnia desde lo social, ambiental y económico, asimismo otras que se analizan desde procesos étnicos. En este sentido podemos mencionar que existen 7, 000 pueblos indígenas en el mundo, en su idiosincrasia y modos de vida son claves para la remodelación de las relaciones ecológicas como al reconocer al buen vivir como un acto de un mayor acercamiento hacia una verdadera sustentabilidad, y que puede ejercerse desde cada cultura con su propia definición de vivir bien, de sus propios sistemas políticos y culturales, sus modos de producción y apropiación de la naturaleza.
Además de reconocer que se requiere de otros actores que han impulsado estas propuestas como activistas desde diferentes sectores: hombres y mujeres de lucha social, la academia que también ha trascendido, como la pedagogía de la tierra con pensamiento de Paulo Freire, un pensador revolucionario que empujó movimientos sociales y aún sigue vigente, aquí la importancia del aprendizaje desde las palabras, aunque suene a utopía. No solo como una respuesta a problemas brasileños como contexto del pasado o del presente, sino como una contribución original y destacada de América Latina a la democracia y al pensamiento pedagógico universal (Gadotti, 2006).
Todos los procesos generan cambios, incluso de manera natural, la tierra tiene sus propias transformaciones, las especies tienen formas evolutivas de adaptación, hoy es necesario abrazar el cambio hacia la conciencia colectiva, es pertinente y urgente generar sinergias en la vida pública de cada Estado, plantar semillas de cambio en los jóvenes desde la infancia, reaprender prácticas sustentables y desaprender de los errores de la historia.
Yessica Osorio Miranda es licenciada en Desarrollo Sustentable
Fuentes utilizadas
Toledo, V.M. (2019), Los civilizionarios. Repensar la modernidad desde la ecología política. (37-70). México: IES-UNAM.
Leff, Enrique (2020). A cada quien sus virus, la pregunta por la vida y el provenir de una democracia viral ambiental. Latinoamericana y caribeña (1) 139-175.
Gadotti, Moacir (2006). La pedagogía de Paulo Freire y el proceso de democratización en el Brasil: algunos aspectos de su teoría, de su método y de su praxis. In: Educación, ciudadanía y democracia. Organizado por Ana Ayuste. Barcelona: Octaedro Editorial.
Foto de entrada tomada de: https://mediactivismo.uy/2022/03/31/buen-vivir-es-cuidar-la-vida-en-dignidad/