No es pecado salir de paseo en Semana Santa, pecado es vivir en México y no disfrutar del edén que Dios creó y con el que nos bendijo a todo el mundo: nuestro paradisíaco y hermoso país.
A quién no le gusta pasear, conocer, pero sobre todo, convivir con sus seres queridos, ir con tus amigos a acampar, ir a echar novio, ¿¿por qué no?? Pero eso sí, no comer carne porque es vigilia.
Conocí un maravilloso y hermoso lugar en el municipio de Cardonal, en el estado de Hidalgo: las Grutas de Tolantongo. Ubicadas entre montañas, rodeadas de gran vegetación y paisajes divinos, y lo más impresionante de todo es que emanan ríos de esas praderas, fluyen ríos de agua templada y desembocan, primero, en unas pozas construidas a manera de pequeñas albercas, donde pasa el agua de manera continua, agua mineral y tibia, desde esas albercas puedes ver a lo lejos el río de líquido turquesa que obtiene su color entre blanquizco y azul, debido a los minerales que contiene el agua.
Desde las grutas, a través de las montañas, fluye agua caliente alrededor de 20° C, color azul celeste, consecuencia de su alto contenido de minerales, la cual es utilizada como terapia, ya que ayuda a la relajación, disminuye la inflamación, mejora el flujo sanguíneo y es usada para tratar, prevenir o curar algunos problemas de salud como afecciones en la piel. Al inhalar sus vapores, ayuda al metabolismo y el sistema nervioso.
Sí, a esto se le puede llamar una maravilla.
Después de visitar las grutas quedé absolutamente asombrada al adentrarme a unas cuevas naturales donde cae una cascada de gran fuerza entre estalactitas que se han formado al paso del tiempo. Un poco más arriba, hay otra pequeña cueva, estrecha, ¡¡aprovechen para ir con su pareja!!, de la que brota agua aún más caliente, no sabía si entrar, porque está impresionante, pero a la vez emocionante, la curiosidad me ganó, así que me adentré con Ángel, el más valiente de mis hijos, y vivir esa gran experiencia.
Está tan caliente el agua que es como si entraras a un baño de vapor. A esa cueva hay que entrar con lámpara, con tu celular en una bolsa totalmente sellada para ocuparlo de linterna y, obviamente, sacar fotos de ese majestuoso lugar. Bueno, pues yo casi me ahogo porque al ir avanzando tienes que cruzar unos depósitos de agua naturales, no muy profundos, pero yo los sentí inmensos, y al mismo tiempo te cae la cascada sin poder ver. Fue un poco estresante, sin embargo, al final quedé satisfecha de haber vivido esa asombrosa experiencia.
Los minerales que contiene el agua de las grutas y del río Tolantongo, entre otros, son azufre, hierro, cloro, calcio, magnesio, sodio y bicarbonato, por lo que ayuda a matar gérmenes, hongos y bacterias.
De vuelta a nuestra cabaña, y después de explorar y haber caminado entre cascadas, de disfrutar de la bella vista y la naturaleza a nuestro alrededor, pasamos por un largo puente colgante desde el cual se ve el río que lleva a otra atracción turística: el túnel de aguas termales, que es un paso entre montañas en donde, al igual que las otras atracciones, podemos entrar niños, jóvenes y adultos mayores por lo amplio del lugar y que brotan de sus paredes y techos una agua cálida. ¡No se pueden perder estas maravillas de la naturaleza!
En este centro turístico, además de las maravillas naturales, de las hermosas cascadas, hay actividades para todos los gustos como senderismo, tirolesa de montaña a montaña o disfrutar del río, que fue por el que nosotros optamos para disfrutar del sonido tranquilizante del agua, de este increíble río de agua tibia y la vista majestuosa de verdes y vaporizantes montañas.
A lo largo del río se construyeron unas cercas de tal manera que el agua se estanca formando múltiples albercas y así poder nadar de forma tranquila, se pueden observar como escalones por toda su longitud.
Hay que disfrutar y darle gracias a Dios por las maravillas que solo él puede crear, visita México, vive México. Benefíciate de la naturaleza a tu alcance.
Así que no se diga más y vayamos a curarnos y excursionar a este paradisíaco destino.
