¿Alguna vez has puesto atención a la creciente cantidad de perros y gatos callejeros? ¿Alguna vez te has quejado o lamentado de su presencia? Bueno, pues su existencia y constante crecimiento poblacional no son sino culpa nuestra. Si no me crees, pregúntate de dónde salieron estos animalitos. La mayoría de los animales de compañía que se encuentran en situación de calle vienen del abandono, que se da por tres principales motivos:
Problemas económicos: Es común que las personas se hagan de un animalito sin considerar ni contemplar el gasto o responsabilidad que conlleva tener una mascota. Una mascota requiere cuidados muy parecidos a un hijo (de ahí los tan extendidos términos perrhijos, canhijos y gathijos), es decir, alimento, vacunas, desparasitaciones, esterilizaciones, visitas médicas, etc. Cuando los amos se enfrentan a este nivel de gasto, que en muchas ocasiones no pueden solventar, deciden lanzarlos a la calle.
Descontrol de natalidad: Con frecuencia, los dueños, por ahorrarse un procedimiento y los gastos y cuidados que representa, deciden no esterilizar a sus mascotas. Entonces, por falta de atención y precaución, las mascotas hembras llegan a sufrir “accidentes” que traen consigo camadas inesperadas, no planeadas ni deseadas, a las que encontrarles casa no resulta fácil, por lo que una solución rápida y sencilla es deshacerse de ellas.
Desconocimiento del animal: Muchas veces se adquiere un animal en específico, simplemente porque nos parece bonito, simpático o instagrameable, pero con cuidados y requerimientos muy particulares que no investigamos a fondo o que pasamos por alto. Y entonces nos hacemos de la lechuza o serpiente que hay que alimentar con ratones vivos cuando se tiene pavor a los roedores, o de un gato o perro que requiere ser cepillado dos o tres veces al día y el reloj no tiene suficientes horas para que nos alcance el tiempo de hacerlo.
Y ya en la calle, sin esterilización, se reproducen sin control, y las poblaciones no nada más crecen, sino que portan infecciones y enfermedades que aquejan y ponen en riesgo también a los animalitos que sí tienen casa.
Es por ello que, desde 1992, la Sociedad Internacional de los Derechos de los Animales promueve la celebración del Día Internacional del Animal sin Hogar, establecido el 19 de agosto, con la intención de concientizar sobre la sobrepoblación de las mascotas callejeras y de la reivindicación de los derechos y cuidados de las mascotas y de una adopción consciente.
Es importante no solo que nos hagamos responsables apropiadamente de los animales que tenemos, los cuidemos y esterilicemos, sino que les demos una vida digna y erradiquemos esa terrible costumbre de deshacernos de seres vivos como si fueran desechos.
Festejemos este día promoviendo la adopción, de manera que, cada vez más, demos hogar a los cientos de miles de animalitos que deambulan en las calles con un futuro incierto, en lugar de lucrar con aquellos “de raza”. Sea un animalito criollo, con pedigrí o exótico, son leales y cariñosos por naturaleza, y el amor que entregan no tienen punto de comparación.