Este día es un día muy especial para todas las madres, el Día de la Madre es una festividad que se celebra en honor a las madres en gran parte del mundo y en diferentes fechas del año, dependiendo del país, cultura y nación en que se celebre.
Recordar que mamá es especial ese día mucho más que a diario es una reflexión que deberíamos de tenerla a diario, te has puesto a pensar que ella trabaja en casa los 365 días del año y a veces también es el doble o el triple si realiza labores fuera de casa, ella se cansa, se enferma, se siente triste y muchas veces se siente sola sin apoyo, aun así no lo dice y continúa realizando cada actividad con esmero y dedicación, debe de ser fuerte, valiente, más si ella en algunos casos es el pilar de la familia, los hijos, el esposo, sus propios padres, o algún miembro de la familia muchas veces desconocen el sentimiento que ella guarda, sus temores y un mundo aparte donde en su cabeza continúa trabajando qué va a cocinar, cuáles pagos debe realizar, la ropa que hay que lavar, qué suministro del hogar se agotó y un sinfín de cosas que no acabaría de contar.
Si amas a mamá, ayúdale, pregúntale si está bien, si está cansada (se vale estarlo) y también que cada miembro de la familia colabore con las tareas del día a día, y así mamá podrá descansar, salir con sus amigas y disfrutar el proceso de ser mamá, porque un día ya no estará y la vas a extrañar, no solo por lo que realiza en casa, sino porque ella te da amor incondicional que no sabemos valorar esos momentos junto a ella y poder disfrutar su compañía, mamá se vuelve abuelita y ya su ritmo no es el mismo y, a pesar de todo, continúa realizando todas sus labores diarias, es tiempo de que tome su descanso, es tiempo que tú tomes conciencia que ella no es eterna y la vas a extrañar cuando ya no esté en este mundo, ámala y hónrala cada día como si fuera único, no solo el día que se celebra su día, sino toda la vida.
Puedo decirles lo duro que es estar lejos de mamá, y no poder tener sus regaños, sus enojos de vez en cuando, sus guisos deliciosos, sus apapachos, sus risas, sus locuras y todo lo especial de ella; por eso, cada vez que puedo llamarla, lo hago, y ella siente ese amor, esa felicidad con solo escuchar mi voz, que le diga que la amo siempre porque es mi madre, y la honro siempre, sé que muy pronto podré abrazarla y decirle cuánto la extraño y la amo.
¡Feliz día, mamá!