Cuando escuché por primera vez que se festeja el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato al Adulto Mayor, este 15 de junio, confieso que tuve muchos sentimientos y emociones encontrados.
Porque es increíble que en pleno siglo XXI y con nuestra presunción de tantos y tantos avances tecnológicos que inciden en muchas áreas, como la medicina, los alimentos, la vivienda e incluso en algunas áreas que se ha avanzado, como la geriatría o la especialización al cuidado de los adultos mayores en sus diferentes retos, me pregunté y me reclamé la siguiente hipótesis: ¿y por qué si se ha avanzado en todo esto, no se ha avanzado en la conciencia colectiva mundial, por qué la naturaleza humana no camina a la par de este tema, sin duda de vital impacto en todos nosotros?
Fueron surgiéndome más preguntas que respuestas, como saber también por qué no existe tanta difusión por la propia Asamblea General de las Naciones Unidas para que todos tengamos claro los grandes problemas que en esta materia existen; nuestros ancianos, nuestros viejos, y lo digo con mucho respeto y cariño, son y han sido el cimiento y la esencia de toda naturaleza humana, hoy lo que somos, sin duda alguna, se lo debemos en mucho a ellos, para ponerlo en palabras más sencillas y fáciles de entender: sin ellos, es un equivalente a tener una casa sin bases y sin cimientos, incluso a grado tal que muchos de ellos toman, por voluntad o no, el papel de padres aun teniendo edades avanzadas, ellos siempre tienen el consejo perfecto, la paciencia sobrada y el amor total hacia los hijos o nietos.
Así que, amigos míos, en este día tan especial creo que lo más importante es que sirva de llamado a la conciencia para ayudar todos a eliminar de casos reales palabras como abusos, rechazo, maltrato, violencia, indiferencia, sometimiento o indolencia en todas sus expresiones, los invito a que en este día tan especial pongamos nuestro granito de arena, en donde quiera que podamos, y realicemos una acción común desde nuestro hogar, asilo, o comunidades para empezar a pagar esta gran deuda que todos tenemos aun, algún día nosotros seremos esos adultos mayores también, y pensemos por un momento cómo nos gustaría ser tratados.