Soy Carolina López, mujer inquieta, dinámica y saboreadora de la vida.
Luchadora y activista incansable por el respeto y la felicidad de la infancia y adolescencia.
Me considero muy afortunada porque la vida me ha regalado muchos momentos de experiencias y emociones que he aprovechado para crecer, analizar, y crear.
Cuando tenía cinco años conocí a mi primer amor: la DANZA, ver el movimiento corporal que hacían las bailarinas acariciadas por la música fue lo más bello que había experimentado a mi corta edad, no tuve duda en elegir lo que quería que me acompañara por el resto de mi vida. Y así fue, la danza, junto con la música y el teatro, fueron y han sido mis compañeros en este andar.
Haber elegido la psicología, la educación en la sexualidad y especializarme en la prevención de la violencia sexual infantil ha complementado mi ser, mi saber y mi saber hacer, logrando definir mi pasión, mi profesión y mi vocación, soy afortunada por ello.
Esta profesión es complicada, saber ser guía, ya sea como terapeuta o como educadora, es una responsabilidad muy grande. Sin embargo, la lucha para fortalecer a la infancia y adolescencia, por educarlas y prevenirlas, por escuchar, por mirar, observar y aprender que la infancia, que los niños y niñas son la base para lograr una humanidad más sana, me tienen con mi tiempo y energía vinculado en ello.
He creado una organización (Fundación CENDES), la cual se encarga de educar, prevenir, y atender la violencia sexual que vive la infancia. Tema espantoso, pero que he logrado llevar a través de programas sensibles con contenidos lúdicos, artísticos y pedagógicos para llevar a la infancia herramientas de fortalecimiento y empoderamiento para que sepan distinguir, detectar, detener y denunciar cualquier tipo de abuso con el que se pudieran encontrar.
Tener esta organización me ha llevado a experimentarme de muchas maneras, por ejemplo, yo no sabía que sabía y que podía escribir, dirigir teatro, crear actividades, experimentar con el juego. Desde pequeña fui creativa, pero era sin responsabilidad; ahora, crear contenido con esta temática no es una tarea sencilla, debo concentrarme, estudiar, analizar, y realizar un sinfín de actividades para que lleguen a quien deban llegar estos contenidos.
Les comparto mi experiencia como escritora: Todo comenzó una noche, era el penúltimo día del año 2014, acostada en mi cama empecé a reflexionar sobre el trabajo que venía haciendo en los talleres que impartía en primaria, pues me daba cuenta de que llevar prevención ante el abuso sexual infantil en aula no estaba funcionando como yo quería, y no funcionaba porque a pesar de que trabajaba a través de la reflexión y dinámicas de juego, en realidad era un tema escabroso de tocar y difícil de entender. Caí en cuenta de que estos temas no debieran de entenderse para el aprendizaje, sino sentirse, sensibilizarse primero, llegar a la emoción y después a la razón y a la reflexión. Es así como vinculo mi parte artística con mi parte profesional, y esa noche decidí empezar a escribir una obra teatral, suena sencillo, pero para alguien que su trabajo no estaba detrás un bolígrafo, fue todo un reto. No está demás decirles que terminé enamorada también, esta vez del poder que da escribir cada palabra, el poder de comunicar, de hacer llegar un mensaje y hacerlo con lo que más te gusta. Así fue que me adentré a este mundo de la escritura, y a la fecha he escrito tres obras teatrales, un libro en verso y he participado con diferentes reseñas y opiniones, todas enfocadas en la educación.
Ahora me encuentro con esta invitación, que espero sea para aportar un poco de mi conocimiento y experiencia, y sirva para proteger a esos seres de poca experiencia, pero que nos maravillan con su luz, obviamente me refiero a la infancia. Aquí nos vemos.
Clic en la imagen para ver detalles del libro Corazonada
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