Sin duda, uno de los acontecimientos más memorables de la historia moderna o contemporánea fue la llegada del Apolo 11 a la Luna hace 54 años, y fue un hecho decisivo para Estados Unidos en la carrera espacial contra la Unión Soviética.
Todo comenzó el 25 de mayo de 1961, cuando el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy anunció su intención de poder enviar astronautas a la Luna antes de que finalizase la década. Esto sucedió tres semanas después de que el astronauta Alan Shepard se convirtiese en el primer americano en viajar al espacio. Ocho años de duro trabajo tendrían que pasar antes de que la NASA viese cumplido su gran proyecto de poner un hombre en la Luna con el vuelo del Apolo XI.
Los astronautas estadounidenses Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins partieron hacia la Luna el 16 de julio de 1969, solo 8 años después de que Yuri Gagarin, un cosmonauta soviético, se convirtiera en el primer hombre en llegar al espacio.
El primero en pisarla fue Neil Armstrong, el 20 de julio a las 10:56 hora de Florida, ante la mirada de millones de personas alrededor de todo el mundo, que observaron este histórico acontecimiento a través de la televisión. Mientras descendía por la escalera del módulo, Armstrong proclamó la famosa frase: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Posteriormente Aldrin se unió a él ofreciendo una simple pero poderosa descripción de la superficie lunar: “Magnífica desolación”.
Una vez que ambos astronautas ya se encontraban sobre suelo lunar, comenzaron a realizar las tareas que les habían sido asignadas. Tomaron fotografías, manejaron una cámara de televisión (gracias a la cual los espectadores de todo el mundo pudimos asistir a sus hazañas), colocaron una bandera de los Estados Unidos y depositaron una placa metálica con la siguiente inscripción: “Aquí los hombres del planeta Tierra han puesto el pie sobre la Luna por primera vez. Julio de 1969 D.C. Hemos venido en paz en nombre de toda la humanidad”.
Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad
Neil Armstrong
Por otra parte, una cosa es salir de la Tierra y otra es llegar a la Luna. No obstante, la hazaña de alcanzar la Luna y volver a la Tierra para contarlo puede ser que se haya abierto la puerta al ser humano para un día colonizar otros mundos.
Así como importante y trascendente fue este hecho; la incredulidad y el escepticismo mal entendido ganan terreno día a día, a la vez que imaginativa es la serie de argumentos que tratan de dar credibilidad a una serie de aspectos para la controversia o la conspiración se ha manejado de esta hazaña.
Yo no quiero profundizar en estos argumentos de “Conspiración”, pero considero importante anexar el enlace del National Geographic para fundamentar lo que realmente sucedió y con ello dar a conocerlos al posible escepticismo o desconocimiento de los mismos.
Finalmente, la ciencia tiene la respuesta a todos esos argumentos que buscan respaldar la conspiración de que el hombre jamás estuvo en la Luna.
Lo paradójico es que, aunque Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Lindbergh y muchos otros tienen el reconocimiento de gran cantidad de habitantes en la Tierra, casi nadie recuerda a Neil Armstrong, y probablemente no saben quién es “Buzz” Aldrin, ni mucho menos Mike Collins. Pero como esos aventureros una vez ayudaron al mundo a maravillarse por extender las fronteras, y de paso dejaron la sensación de que todo es posible. Porque si el hombre pudo llegar a la Luna, puede hacer cualquier cosa.