Una vez más, Tultepec se convierte en el epicentro de una catástrofe por motivo de la pirotecnia. En esta ocasión, no solo se trata de una explosión más en los talleres de La Sauceda, sino de lo que parece el brote de una epidemia.
Tras el incendio de 6:00 horas que aconteció la madrugada del pasado 24 de diciembre, en días recientes se han presentado ya doce casos, no nada más en Tultepec, sino en zonas aledañas alcanzadas por el humo, de pacientes con una sintomatología en común que incluye: secreción nasal, ardor en los ojos, fiebre, vómito, diarrea y erupciones cutáneas que, de no ser atendidas con premura, empiezan a sangrar y después a supurar.
Los diagnósticos preliminares apuntan a una variante hasta ahora desconocida de la fiebre hemorrágica por Ébola, aunque aún deben hacerse los análisis pertinentes. No existe ningún caso documentado de contagio de ébola por vía aérea, por lo que ya se especula sobre si es una mutación del virus, o si se trata de una enfermedad completamente nueva de origen mexicano.
Se especula sobre si los pacientes se contagiaron al inhalar humo contaminado. Es por ello que se desarrollan pruebas no solo en los pacientes, sino en el epicentro del desastre, tanto del lugar como de su contenido. Se teme que los fuegos artificiales ahí producidos puedan ser portadores del virus y la epidemia se expanda en proporciones incontenibles.
La Dra. Macarena Montoya Olvera, actual Secretaria de Salud del Estado de México, asegura que se toman cartas en el asunto y que la salud de los mexiquenses es su prioridad, por lo que se invita a todo aquel que presente síntomas a que atienda las erupciones con compresas de sábila y caléndula y acuda a su clínica más cercana a recibir la medicación necesaria.
Las autoridades de la Ciudad de México y área metropolitana, por su parte, exhortan a no quemar y entregar voluntariamente su pirotecnia en las oficinas de sus respectivas alcaldías para evitar la dispersión de esto a lo que ya, no sin cierta reticencia, empieza a llamarse ya mexiquébola.
Las autoridades, en conferencia mañanera, declararon no querer asustar a la población, “sin embargo”, agregó, “es importante que estén informados sobre el riesgo a la salud que representa tronar cuetes en estas fechas. Va más allá de la contingencia ambiental, podría tratarse de una contingencia sanitaria.”
Si llegaste hasta aquí, inocente palomita que te dejaste engañar… no existen reportes de enfermedades contenidas en ningún tipo de pirotecnia. Pero sí queremos destacar que, aunque los fuegos artificiales son una tradición muy bonita, también se trata de una práctica muy dañina para la salud y para la tranquilidad de nuestros animales de compañía. Por favor, piénsalo dos veces antes de encender esos cuetes que tanto te gustan.