El ejercicio es clave para la salud física y de la mente.
Nelson Mandela
Por demás está recordar el lugar que ocupa nuestro país (México) dentro del ranking de países con mayores índices de obesidad. En 2022, el Colegio Nacional señaló que México ocupó el quinto lugar a nivel mundial en población con problemas de obesidad y sobrepeso. Lugar que quedó distante del primer sitio que sostuvo hasta 2021 en obesidad infantil.
Cuando hablamos de sobrepeso y obesidad nos estamos refiriendo, sin duda, a los hábitos. Equivocadamente se había asumido hasta hace unos pocos años que el somatotipo, mejor conocido como complexión corporal, tenía más que ver con una cuestión genética, dejando así la responsabilidad a nuestros antecesores, lo cual nos convertía en los menos responsables de nuestra condición de salud. Sin embargo, los profesionales de la salud han encontrado que sólo el 2 % del peso de una persona está determinado por la relación genética, y el 98 % corresponde a hábitos de alimentación y ejercicio. Esto nos convierte en responsables directos de nuestra condición de salud. Cuando escuchamos “somos lo que comemos”, estamos escuchando una verdad que se ve claramente concretada en los datos estadísticos a nivel mundial.
Pero el peso y la estética no lo son todo; es más, podríamos decir que con base en las consecuencias graves que el sobrepeso y la obesidad suponen, hay una serie de condiciones que son verdaderos focos de alarma y que ponen el peligro la vida misma.
Un gran número de investigaciones, colegios e instancias de salud han determinado las principales causas de muerte en México, entre las que se encuentran: diabetes mellitus, hipertensión y, pandemia y pospandemia: covid-19.
Es verdad que diferentes sectores (académicos, investigadores, gobierno, ONG, sector privado) han impulsado acciones de concientización para mejorar las condiciones de salud de la población; sin embargo, el contraste con la comercialización de alimentos chatarra y la expansión de la idea de “la inmediatez” nos han sumergido en un círculo vicioso de consumo poco nutritivo de alimentos, consumo de productos milagro quemagrasa y nulo o casi nulo movimiento.
En lo personal, desde los 8 años de edad fui diagnosticada con cefalea mixta complicada (migraña complicada), 25 años después empiezo a experimentar problemas de intestino irritable, lo cual me hizo concientizar y decidir las condiciones de vida que quiero para mí y, por supuesto, para mi familia. Todos los médicos que he visitado a lo largo de mi vida han repetido siempre la misma indicación: hábitos alimenticios y hábitos de ejercicio. Actualmente me desarrollo como coach de acondicionamiento físico enfocado a mujeres de todas las edades, juntas hemos ido entendiendo que las enfermedades o condiciones físicas podrían no desaparecer, pero definitivamente nunca vivirás tu vida igual cuando te mueves y nutres, que cuando no lo haces. La mejor edad para empezar: tu primer día fuera del útero materno, lo cual nos invita a implementar hábitos en nuestros hijos, mientras más pequeños aprendan a comer para nutrir su cuerpo y a moverlo para mantener sus sistemas en óptimas condiciones, más fácil será tener hábitos sostenibles a lo largo de su vida; por lo tanto, disfrutarán de una mayor calidad de vida y mayor número de años. Muévete, nútrete, sé feliz y vivirás.
Nallely Maya es coach en acondicionamiento físico para mujeres, vive en Zinacantepec, Estado de México.
