Síndrome del CEO

 

Por: Enrique Castillo

 

Pasos para identificar si ya eres un todólogo en tu negocio, empresa o comercio.

 

Uno de los errores más críticos que regularmente cometen los empresarios o emprendedores es “Síndrome del director o gerente general”, en el cual el dueño o empresario piensa que lo que él hace siempre está bien, que su personalidad no influye en la personalidad del negocio, ¡eeeeee! Error.

En muchas empresas el área de recursos humanos evalúa a los colaboradores o empleados de acuerdo con los perfiles o descripciones de puesto, y la gran pregunta: ¿quién evalúa al dueño?, ¿quién le dice cuáles son sus áreas de oportunidad o de mejora que impactan directa o indirectamente al negocio, empresa o comercio? Hoy en día, los dueños o de los directivos requieren de una radiografía que les sirva para mejorar la personalidad de la empresa hacia los clientes y hacia el mercado.

La mayoría de los empresarios o negociantes piensan que esta es una situación normal que los llevará al éxito. Si deseas identificarte o reconocer si te pones la capa de Superman y te conviertes en todólogo revisa los siguientes puntos:

 

1. Un todólogo ayuda en gran medida a su personal y colaboradores cercanos, de tal manera que, termina haciendo sus tareas o asignaciones. Cuando está más ocupado, apoya incluso con tareas que no le corresponden y se siente sobresaturado, aun así, ofrece asistencia adicional todo el tiempo. El todólogo frecuentemente termina fabricando alcahuetes o inválidos mentales, utilizando expresiones como “pobre, no sabe o no quiere hacerlo, lo haré por él”, o peor aún, los empleados le toman la medida esperando a que él realice las actividades para las que ellos fueron contratados.
2. Control excesivo de actividades, el todólogo se satura de tantas asignaciones que al final del día, toma el control de las situaciones por su cuenta, regularmente demasiado tarde. Acapara tantas cosas que pierde las riendas de los caballos con los que inició su carrera y en situaciones de estrés no termina los pendientes o se olvida de llamadas, cotizaciones, o compromisos con los clientes.
3. En todo negocio, empresa o comercio es necesario mantener un marcaje personal al tema de los ingresos y egresos, activos o todo lo que signifique dinero, muchas veces el todólogo, además de ayudar y controlar, también decide que él debe cobrar, y en muchas ocasiones descuida este tema al grado de no llevar unas finanzas adecuadas para el negocio, frecuentemente el todólogo se confía en el tema económico y termina haciendo pagos de última hora, pagando penalizaciones o comisiones adicionales.
4. El todólogo corre uno de los más grandes riesgos al ponerse la capa e intentar volar en las ventas y atención al cliente. La cara con la que cobra es con la que piensa que puede vender y comúnmente se pregunta: ¿qué puedo hacer para incrementar mis ventas? El nivel de adaptabilidad hacia los clientes por parte del todólogo es regularmente bajo, pues vigila constantemente temas internos en la empresa, lo que no le permite tener un nivel de negociación amplio hacia el enfoque de ganar-ganar.

 

La mayoría de los empresarios o negociantes participan de forma desorganizada en muchas actividades y no determinan de manera oportuna cuándo deben requerir personal especializado al que responsabilicen de diversas tareas para mejorar la estructura del negocio y permitir el crecimiento.

 

Aquellos que se sienten todólogos pensando que podrán hacer de todo a toda hora, solo les digo que podrán ponerse la capa de Superman y los hará lucir bien, pero eso no significa que su empresa volará más rápido o correrá a mayor velocidad hacia los objetivos. Te recomiendo hagas una planeación que identifique las áreas de tu negocio, empresa o comercio que puedes delegar y ser mejor atendidos por personal que te apoye, lo que enfocará mejor los esfuerzos, habrá menos desgaste y mejores resultados.

 

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