Un padre de familia recién me consultó, preocupado por la situación de una de sus hijas. Ella se encontraba indecisa entre estudiar para guía Montessori o para ¡médico forense! De inmediato intuí el origen de esta escandalosa disparidad, así que le pregunté si su hija solía ver series por Internet. La respuesta fue inmediata: “¡Muchas!, no sé cuántas, ¡Pero muchas! y las que más le llaman la atención son las policiacas”.
Ese era el meollo del asunto. La joven, enfrentada a la ya de por sí difícil tarea de escoger carrera y confinada desde hacía varios meses en su cuarto a causa de la pandemia, no encontraba referente más motivador para la decisión, que la pantalla electrónica de su tableta, por la cual creía contemplar la vida con impecable nitidez.
Como mencioné en un artículo anterior[1], para que un joven pueda elegir carrera de manera satisfactoria es indispensable que tenga experiencias reales y no solo virtuales, que cuente con orientación e información precisa sobre universidades, programas de estudio, opciones laborales y, sobre todo, que su autoestima esté satisfactoriamente sólida.
Si un chico vive aislado en su cuarto, durante los meses previos a su elección de profesión, es lógico pensar que su estabilidad emocional esté en juego, pues su impulso natural es conocer el mundo y no lo está pudiendo hacer, y tampoco puede tener un parámetro realista de quién es y para qué está hecho. Este contexto genera angustia, depresión y confusión que tratará de contrarrestar acogiéndose a la fantasía para hacer su elección. He aquí unos puntos a considerar para apoyar a un muchacho en estas circunstancias:
Autoestima sólida: Impulsarlo en el desarrollo de una percepción equilibrada, realista y amorosa de sí mismo en las áreas intelectual, física y emocional. Hay chicos que hacen elecciones por huida (una carrera que no tenga matemáticas) y otros que se identifican con un personaje de series y creen que, por admirarlo, poseen las mismas habilidades.
Estabilidad emocional: Debe estar lo más libre posible de conflictos emocionales y situaciones familiares no resueltas. Sentirse deprimido, puede provocar que busque profesiones que se les hacen divertidas o emocionantes sin considerar aquello para lo que verdaderamente nació.
Capacidad de enfoque: Ayudarle a concentrar su atención en los estímulos afines a su desarrollo.
Experiencias: Debe hacerse un esfuerzo especial por acercarse a experiencias lo más realistas posibles sobre sus áreas de interés vocacional.
Si ves que en alguno de estos puntos tu hijo requiere mayor fortaleza, no dudes en acudir a algún experto para ofrecerle ayuda. En Centro Piscopedagógico Quetzali contamos con los recursos psicológicos más actuales para ello. Te invito a conocernos en: www.centroquetzali.com.mx.
[1] Anzueto, E. “Elegir carrera en tiempos de pandemia” (Octubre, 2020) Cultura de cambio, México. Recuperado de: http://www.culturadecambio.com/jovenes/elegir-carrera-en-tiempos-de-pandemia-por-erick-anzueto-salazar/
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