La manzana se parte en 3.
Vayamos un poco atrás, a la época de nuestras abuelas y madres.
Desde generaciones atrás, era muy frecuente escuchar hablar sobre la abnegación y sumisión de las mujeres para con sus familias: “primero están mis hijos”. Pues bien, considero que muchas niñas de aquel entonces crecimos con esa idea en la cabeza, respecto a que la primera y quizás la única necesidad realmente importante a cubrir era la de un hijo.
Suena muy romántico el concepto y con lo que diré, quizás me gane una que otra crítica, y la acepto, la verdad hace mucho no me enojo por este tipo de situaciones.
Vayamos al ejemplo: ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente si en tu casa hay dos niños y en el refrigerador solo hay una manzana?
Podrías salir a comprar más, pero esa no es la idea, la idea es que hay una sola manzana, y en casa están tus dos pequeños y tú, ¿qué haces?
1. Les das a tus hijos una moneda para lanzar un volado y el que gane se queda con la manzana.
2. (El más común) partes la manzana en dos y ofreces a cada uno su mitad.
3. (La que a casi nadie se le ocurre) partes la manzana en tres porque tú también cuentas y tienes derecho a una parte.
Si eres de las que eligen un volado, le estás enseñando a tus hijos que todo depende de la “suerte”, ya sea que le vaya bien o mal en la vida.
Si partes la manzana en dos, les estás enseñando desde la escasez, y el mensaje que les estarías dando es que no alcanza para todos y que hay que competir por un trozo de manzana y, por lo tanto, siempre habrá alguien que se quedará sin nada, imagina cómo te ven tus hijos, y si a eso le añades el famoso: “con que ustedes coman yo estoy bien”, ¿y encima piensas que éste es el modo de ganarte su cariño? Pienso que a lo mucho les estás enseñando a sentir cierta lástima por ti. ¡Guau, qué triste!
En cambio, la opción tres es donde logras hacer un cambio de mentalidad y rompes con patrones de conducta y condicionamientos, ya que dejas de ser la madre que se victimiza por todo, la que se sacrifica, la abnegada. En cambio, si tomas tu porción de la manzana, les muestras a tus hijos que vales lo mismo que ellos, lógicamente que su respeto hacia ti será mayor y a nivel de conciencia los harás más justos y seguros, les estarás enseñando MERECIMIENTO.
Imagina lo que harán a nivel escolar y de trabajo o en la vida en general. Aprenderán a trabajar en equipo, no tendrán culpa o lástima por algún compañero, pensando que así es la vida: donde unos ganan y otros pierden, sino que ayudarán a que el balance sea lo más igualitario posible. ¿No piensas que incluso estarías formando mejores esposos y padres?
Saquemos esa idea de nuestros hijos de que los recursos no alcanzan o que no hay suficiente dinero en el mundo, y es que el dinero está ahí y por montones, otra cosa es que nos hayan enseñado a tenerle miedo y hasta cierto enojo, incluso conozco a mujeres que son incapaces de comprarse algo lindo para sí mismas, si antes no le compraron al esposo y a los hijos. ¿Pero por quéee? ¿Dónde está lo malooo? Y cuando lo hacen, no logran disfrutar aquello porque la culpa no las deja.
ANALIZA CUÁL ES TU SITUACIÓN CON EL DINERO Y SÁNALA, desprende de ti la idea de que tenemos que perseguirlo siempre, porque es ahí donde surgen todos esos miedos y estrés que nos genera pensar en el futuro.
Entonces, ¿qué tipo de mamá o papá eres?
Al menos en mi casa, yo nunca me quedo sin mi parte, porque aquí ALCANZA PARA TODOS.😁
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