- Postura “Empujar el cielo con la cabeza”
Por Miguel Ángel Carrillo.
Cuando el taekwondo es llevado como arte marcial, la clase se inicia con una sesión de meditación. Aquí les daremos una guía adecuada para hacerla… En la primera parte: la postura es fundamental, les daremos ocho posiciones, dos mudras, que es la posición “mágica de las manos” y las posturas favoritas de algunos maestros, atletas y alumnos de taekwondo.
La primera posición es permanecer sentados realizando nuestra práctica, es conocida como “meditación de montaña…” la pelvis estará basculada hacia adelante, de forma que las rodillas se apoyan en el piso y se endereza la columna vertebral, “se empuja el cielo con la cabeza”, se les recuerda que en la concepción oriental corren unos aros de luz llamados… chacras y deben estar alineados para poder recibir la energía del universo, así de esta forma se empuja el cielo, con la cima de la cabeza, la barbilla recogida, la cabeza derecha, los hombros relajados. La mirada baja, la parte final de la lengua debe ir en el paladar, la mano izquierda sobre la derecha, tocándose los pulgares para cerrar un pequeño círculo. Las dos manos enlazadas irán sobre los muslos, pegadas al “bajo vientre”.
De esta forma se crean las condiciones para la total inmovilidad. Sentados en esta postura nos concentramos en nuestra respiración.
Cada detalle de la postura tiene un profundo significado. Las partes del cuerpo son interdependientes e influyen en otras. Gracias a la gran estabilidad de la postura es posible permanecer por largos periodos de tiempo inmóvil. De esta manera el ser humano deja de actuar como ser humano y permite que penetre en él, la vida cósmica.
“Nuestra inhalación es la de todo el universo. Nuestra exhalación es la de todo el universo. En cada instante es una obra ilimitada. Tener ese espíritu es hacer que desaparezca la desgracia y se engendre la felicidad absoluta”.
Kodo Sawaki