La Navidad para muchos es felicidad, para otros es extrañar y añorar recuerdos. Ciertamente, para cada persona en el mundo es muy diferente, la mayoría de las personas lo toma como una fecha comercial donde las ventas serán desmedidas y podrán asegurar o salvar el año, pero es más que eso.
Puedo contarles que siendo migrante en otro país todo es muy diferente, y estas fechas son recuerdos que llenan tu corazón de nostalgia, olores, colores, sabores, abrazos, detalles que dejan huella; esos recuerdos también nos remiten al consumismo, gastar dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para impresionar a quienes no les importamos: las apariencias de quién tiene el mejor árbol de Navidad, más lleno, con más regalos, los más grandes y caros, y estar el año siguiente pagando esas deudas; así, un sinfín de cosas que a la hora de analizarlo te das cuenta de lo equivocado que estuviste y que lo que realmente importa son los recuerdos de momentos inolvidables con esas personas amadas, que un día ya no están, abrazos llenos de amor que te estrujan el corazón y te hacen sentir un momento más el ser más feliz del mundo.
Cuando era pequeña jugaba con mi hermana, era Navidad, nuestro árbol repleto de regalos, todo lo que habíamos pedido al viejito Pascuero estaba en nuestra alfombra, cuando tocaron a nuestra puerta eran dos pequeñas niñas como nosotras pidiendo algo, eran humildes y se veía su pobreza; con mi hermana tomamos juguetes de los que nos habían regalado y se los dimos a las niñas, también comida y ropa; ellas estaban muy contentas pero debían irse, su mamá las esperaba en una esquina, un recuerdo inolvidable de lo que aún existe en este mundo, donde debemos pensar que mientras tenemos un regalo, comida, cobijo, vestimenta, salud, hay quienes no tienen nada de eso. Ser solidario en Navidad te llenará el corazón.
Aun con todo lo que puede significar para distintas personas la Navidad, en lo personal, desde pequeña creo en el viejito Pascuero o Santa Clos, como le llaman en el mundo, y que en un día no tan lejano volveré a vivir esos momentos que mi corazón anhela, sé que al leer estás líneas te vendrán recuerdos de esos que te sacan una lágrima y te ponen nostálgico, pero al final del camino debemos de disfrutar cada momento donde estemos, ser felices y tratar de asimilar esos momentos mágicos con quienes hoy nos rodean, la magia está donde tú quieras que esté y ser feliz es un estado lleno de momentos que se atesoran en el corazón, por todo esto, feliz Navidad, amen mucho, sean felices y demuestren cuánto amor y solidaridad tienen para regalar en esta época, es lo primordial.