Octubre no solo trae consigo el otoño, también es una época en la que comienzan a aparecer los nombres que figuran para llevarse uno de los galardones, que desde 1901 otorga la Real Academia Sueca de Ciencias y el Comité Noruego del Nobel a quienes hayan hecho investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a la humanidad, en campos como la Física, Química, Medicina, Literatura, Economía y la Paz.
El que nos atañe en este espacio es el dedicado a las letras y, como cada año, entre los eternos candidatos a llevarse un diploma, una medalla y los 11 millones de coronas suecas (unos 990 mil dólares) figuran el japonés Haruki Murakami, de 74 años, y el británico Salman Rushdie, de 76 años.
No obstante, para este 2023, una escritora nacida en China, Can Xue, lidera la lista de favoritos, pues aun cuando no es muy reconocida en el mundo occidental, dice estar influenciada por Kafka, Borges e Italo Calvino. Entre sus obras más conocidas se encuentran las novelas Nubes flotantes ya envejecidas y Hojas rojas.
Otro de los que suena fuerte es el australiano Gerald Murnane, muy destacado en su nación por sus libros Las llanuras y Una vida en las carreras.
Un dramaturgo noruego, Jon Fosse, aparece en escena gracias a que sus obras han sido traducidas en por lo menos 40 idiomas. La noche canta sus canciones es una puesta en escena que ya ha pisado entarimados en Latinoamérica, concretamente en Argentina.
La autora rusa y crítica del Kremlin, Liudmila Ulitskaya, cuyo trabajo sobresale por sus temáticas de las relaciones personales, también está en la lista de posibles ganadores, al igual que el rumano Mircea Cartarescu, considerado el vate más importante de su país.
Thomas Pynchon es uno de los novelistas actuales más relevantes de Estados Unidos, gracias a su trabajo enfocado en la cultura estadounidense de la Segunda Guerra Mundial, así como en la temática de la soledad.
Este año, Latinoamérica también tiene representación, según comentan especialistas, con la escritora nacionalizada en México, Elena Poniatowska, galardonada con el Premio Cervantes y reconocida por su libro La noche de Tlatelolco; así como Maryse Condé, nacida en 1937 en la isla antillana de Guadalupe y entre cuyas obras destacan Yo, Tituba, la bruja negra de Salem, así como sus memorias Corazón que ríe, corazón que llora, además de que en 2018 fue galardonada con el Premio Nobel Alternativo de Literatura.
César Aira, de Argentina; Raúl Zurita, de Chile, o Sergio Ramírez, de Nicaragua, son nombres que aparecen como posibles galardonados para este 2023. Otro latino, pero del continente europeo, es el portugués António Lobo Antunes, quien ya fue distinguido con la Orden de las Artes y las Letras de la República francesa, entre otros premios gracias a trabajos como El archipiélago del insomnio, Memoria de elefante y El culo del mundo.
Sin embargo, aunque todos estos nombres tienen peso dentro de la literatura mundial, no se debe pasar por alto las designaciones que ha hecho la Academia desde 2015, cuando otorgó el galardón al periodismo con la bielorrusa Svetlana Alexievich. Tampoco se debe olvidar que concedió, en 2016, el reconocimiento a la música del estadounidense Bob Dylan, entre otras inusuales premiaciones.
Es por esto que este 5 de octubre de 2023 no sería descabellado escuchar que el máximo galardón de la literatura pudiera quedar en manos de un novelista gráfico, como el estadounidense nacido en Suecia, Art Spiegelman, creador del clásico Maus: relato de un superviviente y uno de los más influyentes en el género desde los años 80.