Desde hace varios años, el 6 de enero en México se lleva a cabo la fiesta de los Reyes Magos, conformada principalmente por la tradicional rosca y el enviar la carta a los Reyes en globos de helio o dejarlas en los zapatos debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, ¿sabes cómo surgió esta tradición?

El pasaje bíblico

En el Evangelio de Mateo se relata lo siguiente:

“Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ‘¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle’.”

Es decir, el Día de Reyes celebra la visita de los magos de Oriente a Jesús, la cual se llevó a cabo después de la Natividad. Algunos afirman que sucedió trece días después, mientras que en los evangelios apócrifos se comenta que ocurrió dos años después del nacimiento de Jesús.

De acuerdo con los cristianos sirios y armenios, se trataba de doce magos; sin embargo, lo más difundido hasta ahora es que eran tres: Melchor, Gaspar y Baltasar, los cuales se postraron ante el niño ofreciéndole oro, incienso y mirra, elementos que representan las tres etapas de Jesús: rey, Dios y mortal.

El antropólogo Fabián Ruiz Rosales comenta que: “Los regalos y juguetes que vemos ahora simbolizan las ofrendas que estos personajes llevaron al niño Jesús”.

Tradición a la mexicana

En México, la costumbre de llevar a cabo esta conmemoración llegó en el siglo XIV con la Conquista y se preservó hasta el Virreinato.

La usanza de la rosca era común en Francia en 1311, la cual se extendió a España y finalmente llegó a México. En sus orígenes, se solía ocultar un haba en la masa de la Rosca, la cual fue sustituida por un “Jesusito” de plata pequeño y coronado, posteriormente se cambió por un muñeco de porcelana y, actualmente, por uno de plástico. En la época virreinal eran las monjas quienes preparaban las roscas azucaradas, perfumadas con agua de azahar.

Se dice que la rosca simboliza el amor infinito de Dios, las frutas secas cristalizadas representan las joyas de las coronas de los Reyes Magos y los muñecos ocultos en la masa hacen referencia al Niño Jesús escondiéndose de Herodes.

Algunas versiones recientes sostienen que la tradición de la rosca empezó a tomar fuerza hasta el siglo XX. Y es también en este siglo cuando se comenzó a acostumbrar que los Reyes Magos trajeran juguetes a los niños, con ello se popularizó la carta enviada al cielo con un globo.