En México −y estamos seguros de que en muchos países− la educación se imparte a través de lo que se denomina “competencias”, es decir, preparan a los estudiantes para que a la hora de egresar sean eficientes para el sistema.
A este método no le interesa desarrollar las aptitudes de cada individuo, ni saber que existen diferentes tipos de inteligencia, lo importante es que todos los estudiantes aprendan las mismas cosas y el que mejor se adapte será el ganador. ¡La ley de la selva!
En el Best Seller El estudiante y su coach, Alberto Aguilar Ross nos pone en la mesa esta interrogante que cualquier estudiante tiene al momento de elegir una carrera. Debido al método antes mencionado, los jóvenes están tan acostumbrados a seguir una línea que cuando llega el momento de decidir no saben qué hacer. Por esa razón, Alberto decidió realizar un estudio con 20 alumnos donde les propone situaciones que los ayude a resolver las dudas que tienen acerca de su futuro. Lo interesante es que lo hace desde una perspectiva humana, no desde lo redituable. De qué sirve elegir una carrera donde supuestamente ganarás mucho dinero si no te gusta, por qué terminar ejerciendo un trabajo que no disfrutarás, a mitad de tu vida terminarás renunciando y será como haber perdido el tiempo.
A modo de diálogo, donde el discípulo le pregunta al maestro, comprendemos que lo importante es incrementar nuestras habilidades, gustos. La capacidad del ser humano es sorprendente y cuando identificamos, como dicen por ahí, para lo que somos buenos, la gama de colores que se desprende de ahí es bastante amplia. Incluso con el tiempo nos damos cuenta de que nada está aislado, que de repente la física tiene una liga con el teatro o que la química es parecida a la cocina. El verdadero aprendizaje es saber mirar más allá de lo evidente, no pensar en el dinero.