Entiendo lo estresante que puede ser saber que su hijo es un acosador, pero debe hacer dos cosas: actuar ahora y calmarse mucho. Está lidiando con un problema realmente serio y, como padre, desea establecer una conexión antes de la corrección, y escuchar, realmente escuchar, y escuchar desde el corazón.
1. Comunicación abierta: aborde la situación con una actitud tranquila y sin prejuicios. Cree un espacio seguro para que su hijo le exprese lo que le está pasando, así como sus pensamientos, sin miedo al castigo o a la crítica. Solo así podrá abrir un diálogo sobre su comportamiento y sus consecuencias.
2. Entienda por qué: Trate de entender por qué su hijo se comporta de forma acosadora. A menudo, el acoso puede deberse a sentimientos de inseguridad, un deseo de poder o problemas para controlar las emociones.
3. Enseñe empatía y respeto: Ayude a su hijo a desarrollar empatía discutiendo el impacto de sus acciones en los demás. Pídales que se pongan en el lugar de otra persona, en este caso, la persona a la que han acosado. Enfatice la importancia de tratar a los demás con respeto, amabilidad y comprensión. Ahora, para algunos niños, este puede ser el vínculo que une todo, incluido su primer sentido de unidad, y detendrán el comportamiento. Para otros no significará absolutamente nada, y el bullying empeorará, para esos casos, es mejor contactar a un profesional.
4. Establezca límites y consecuencias claros: Déjele claro a su hijo que el comportamiento de acoso es inaceptable y no será tolerado. Establezca reglas y expectativas específicas con respecto a su comportamiento. Comunique claramente las consecuencias que seguirán si vuelve a involucrarse en la intimidación.
5. Por el contrario, si les va bien y se mantienen alejados del acoso: entonces ayude a su hijo a construir relaciones positivas y desarrollar amor, compasión y comprensión. Pídales que participen en actividades que promuevan estos cambios positivos en ellos, como el servicio comunitario, el voluntariado, los deportes, sí, los deportes, especialmente para aquellos niños que desean una sensación de poder o necesitan liberar energía, lo que muchas veces conduce a esa sensación de control. Si no pueden participar en deportes por cualquier otra razón, entonces salga a caminar o a correr con ellos, dígales algo como: “oye, sabes qué, me he dado cuenta de que no te has involucrado en nada de acoso, lo aprecio mucho, vamos a caminar, quiero pasar un tiempo con esta versión genial de ti…”, también puede conocerlos mejor, pasar tiempo con ellos, esto es muy poderoso, y la consecuencia de ese gran cambio positivo.
7. Involucre a la escuela: informe a la escuela de su hijo sobre la situación, especialmente si el acoso ocurre en los terrenos de la escuela. Y hágale saber a su hijo que la escuela lo sabe. Colabore con los maestros, administradores y consejeros para abordar el problema de manera efectiva. Construyan un equipo juntos para crear un ambiente de apoyo que promueva la tolerancia y el comportamiento respetuoso.
6. Busque ayuda profesional si es necesario: si el comportamiento de acoso persiste o es grave, considere buscar orientación profesional. Consulte a un pediatra, consejero escolar o terapeuta que se especialice en el comportamiento infantil para evaluar la situación y brindar el apoyo y las estrategias de intervención adecuadas.
Recuerde, cambiar el comportamiento de un niño requiere tiempo y esfuerzo constante. Sea paciente con su hijo, pero manténgase firme en su postura contra el acoso. Al abordar el problema pronto y brindar el apoyo necesario, puede ayudar a su hijo a desarrollar empatía, respeto y formas más saludables de relacionarse con los demás.
*Miguel Yáñez es mentor transformacional y autor de Corina. Little Ray of Light.