Cuatro cambios para transitar al zero waste
Por: Frida Arriaga
Tengo un año intentando ser zero waste. Esto significa que reduje mi consumo de plásticos, soy más consciente de lo que compro, e intento que personas modifiquen su consumo. Pero ¿cómo empezar? Antes de que pienses que te pediré que compres un termo y cargues tu bolsa de tela (que sí deberías hacer diario), estos cambios no requieren que gastes ni un peso.
- Percátate de todo lo que consumes al día
Te invito a que revises tus hábitos y, en la medida de lo posible, cámbialos. Si te das cuenta de que la mitad de lo que comes viene en empaques, ve cambiándolos por compras a granel, ya existen muchas opciones.
- Sé un consumidor consciente y responsable
Trata de reducir tu consumo de marcas cuya huella de carbono es enorme. Trata de comprar local, lo cual reduce los costos y las emisiones producidas por envíos largos a distancias lejanas. Además, ayudas a personas que lo necesitan mucho más que las multinacionales.
- Reduce tu consumo de desechables
Cuando pidas a domicilio, explícitamente pide que no te traigan servilletas, cubiertos o palillos. Si estás en tu casa u oficina, te puedo asegurar que ya los tienes. Si se te olvidó decirles que no te trajeran, no los tires, puedes reusarlos y lavarlos hasta que se rompan. También, cuando vayas a una cafetería, pide tu orden en taza. Si no puedes porque te vas a llevar la bebida, prevente, carga tu propio termo o taza.
- Sólo compra lo que necesitas
Piensa y analiza las 10 últimas cosas que compraste, ahora pregúntate cuántas realmente necesitabas. Un truco es pensar ‘¿qué pasa si no lo compro?’ si la respuesta es ‘nada’, entonces te invito a repensar tu compra. Si dejamos de comprar cosas que no necesitamos, se producen menos cosas y no terminan en rellenos sanitarios, en nuestros océanos y en nuestros propios estómagos (¡hay estudios sobre cómo ya tenemos microplásticos dentro!).
Verás que te sentirás mucho mejor si le bajas a tu consumo de desechables. Como leí en las redes, “es un gran error no hacer nada por creer que se hace poco”. No necesitamos a un puñado de gente que practique el zero waste de manera perfecta, necesitamos a un montón de gente que lo practique imperfectamente.
