El día 13 de enero se conmemora el Día de la Lucha contra la Depresión. En este sentido, lo que se busca es generar conciencia alrededor de este tema y así crear una vía de prevención.
Existen distintos tipos de depresión; sin embargo, los síntomas generales son sentimientos de tristeza, ansiedad, desesperanza o vacío y desinterés por realizar las actividades que antes se disfrutaban.
También, es común que cuando se escucha la palabra ‘Depresión’, automáticamente se piense en alguien que se encuentra con incapacidad para llevar a cabo su rutina; incluso para levantarse de la cama. Y lo cierto es que los casos graves suelen presentarse de esta forma; no obstante, hay un tipo de depresión que puede pasar desapercibido porque no se caracteriza por esto.
Se trata de la depresión altamente funcional.
Qué es la depresión altamente funcional
La depresión altamente funcional también es conocida como distimia; y se caracteriza por ser una depresión crónica, de bajo nivel y sin un detonador claro.
¿Qué quiere decir esto? Básicamente, la persona que padece este tipo de depresión es capaz de llevar su rutina con normalidad; pero la sensación de pesadez y fatiga siempre está presente. Incluso puede presentar pesimismo, ansiedad, irritabilidad y apatía.
Cabe destacar que, debido a que los síntomas no se hacen públicos y pareciera que la persona afectada lleva su vida bajo control, la depresión altamente funcional es casi imperceptible, lo que también puede volverla un tanto peligrosa.
A pesar de ello, esta enfermedad no está descrita en los criterios diagnósticos CIE 10; aunque se asigna al diagnóstico de depresión atípica. Asimismo, debido a que la persona que lo padece puede «funcionar en la cotidianidad», podría sentir que no necesita recibir ayuda profesional.
No obstante, Nora Blum, psicóloga, resalta que la depresión altamente funcional «es una bomba latente, ya que permanece aún más oculta; pero supone un alto nivel de sufrimiento para los afectados y su entorno, y probablemente perjudicará su capacidad de trabajo a largo plazo».
Cómo detectar la depresión altamente funcional
A pesar de ser un tanto «silenciosa», la depresión altamente funcional puede detectarse si se pone atención a las siguientes señales:
- Aumento del apetito y la necesidad de dormir.
- Perfeccionismo y exigencias excesivas que generan un alto nivel de estrés.
- Agotamiento después de una interacción social, es decir, sigue acudiendo a reuniones sociales, pero al finalizarlas, siente la energía drenada.
- Aparición de pensamientos y sentimientos negativos cuando se está en soledad.
- Sensibilidad al rechazo y las críticas.
- Sensación de agotamiento, tristeza o vacío interior.
- Lucha cotidiana contra las contradicciones: «Mi vida debería ser satisfactoria, pero no lo es».
La psicóloga Nora Blum menciona que otros signos pueden ser la irritabilidad constante, sobre todo cuando no hay una razón aparente; también, el aumento de la tensión interior y en el consumo de alcohol, o incluso, comenzar a tomar medicamento.
Posibles causas de la depresión altamente funcional
Las causas de este padecimiento son variables, al igual que en una depresión típica, por lo que no existe un detonador claro. Sin embargo, entre las posibles causas pueden encontrarse:
- Haber pasado por un estrés crónico (como el burnout)
- No dormir bien
- Mal funcionamiento de los neurotransmisores del cerebro
- Mala nutrición
- Antecedentes familiares
- Trauma
- Frustración no resuelta
No dejes pasar las señales de alerta
Si identificaste algunos síntomas mencionados en tu vida cotidiana y consideras que podrías estar pasando por una depresión altamente funcional, o incluso una depresión típica, no dudes en pedir ayuda profesional.
El cuidado de la salud mental debe ser igual de prioritario que el de la salud física. Es momento de dejar a un lado los estigmas alrededor de esto y darle la importancia que merece. No minimices tu estado mental, optar por el apoyo psicológico puede prevenir problemas más graves.