La Revolución mexicana fue un conflicto armado de la primera década del siglo XX que se inició en nuestro país el 20 de noviembre de 1910.
El movimiento se suscitó por los antecedentes del periodo conocido como el porfiriato, cuando el general Porfirio Díaz llegó al poder en 1876 y de manera dictatorial se quedó en este durante 35 años, el país experimento un notable crecimiento económico y tuvo una gran estabilidad política, pero a costos sociales muy altos.
Cuando Díaz anunció en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin buscar la reelección, la situación empezó a agitarse, en este contexto Francisco I. Madero organizó diversas giras en el país con miras a formar un partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones.
Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia, y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones, dándole el triunfo una vez más a Díaz.
Cuando Madero logró escapar de la prisión estatal huyo a los Estado Unidos. Desde San Antonio Texas, el 5 de octubre proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz e iniciar el 20 de noviembre el levantamiento armado.
Ese manifiesto denunciaba los abusos del régimen porfirista y ofrecía, entre otros proyectos, restituir a los campesinos los terrenos que les habían sido arrebatados arbitrariamente, la apelación al apoyo rural significó que el campesino se sumara de manera unánime al alzamiento maderista, al igual que los indígenas y los mestizos.
Creyendo firmemente en sus principios y queriendo hacer un cambio, los hermanos Serdán se unieron a la causa maderista brindando apoyo en todo momento. El 18 de noviembre de 1910, Miguel Cabrera, jefe de la policía de puebla, acompañado de un pelotón de gendarmes intenta entrar a la casa de Aquiles Serdán, ubicada en Santa Clara 4, para catearla en busca de armas y propaganda, pero él y sus hermanos, Carmen y Máximo, resistieron la orden. Los Serdán, junto con otras 18 personas habían acumulado armas y municiones para participar en la lucha revolucionaria y deciden enfrentarse a los gendarmes a tiros. Filomena del Valle, esposa de Aquiles Serdán, y Carmen Serdán salen al balcón de la casa con las armas en las manos y gritan a la gente que se ha reunido atraída por los disparos: “poblanos, los que están allí van a morir por el pueblo, vengan a ayudarles; aquí hay armas. Viva la república”.
El ataque duró varias horas y cuando el parque se agotó los Serdán se rindieron, muriendo varios de los primeros revolucionarios dentro, los que no murieron fueron apresados; Aquiles se escondió en una especie de sótano cavado en la sala de la casa, en la que apenas cabe solo un hombre, en la madrugada este tosió y un guardia de turno lo encontró, dándole dos disparos uno en la cabeza y el otro en la sien. Por este hecho es considerado que la Revolución mexicana dio inicio en Puebla, y los Serdán son considerados los mártires de este movimiento por la represión que estos tuvieron. El nombre de los hermanos Serdán se encuentran inscrito en la Cámara de Diputados con letras de oro.
El 20 de noviembre en los estados del norte se produce el levantamiento armado y posteriormente se expande a otras partes del territorio nacional. Una vez sublevados ocuparon Ciudad Juárez, Chihuahua. Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia. Lo sucedió Francisco León de la Barra como presidente interino.
En 1911 se realizaron nuevas elecciones en las que resultó electo Madero; con las diferencias políticas Emiliano Zapata y Pascual Orozco iniciaron el levantamiento armado contra el gobierno maderista.
En 1913 muere Madero asesinado por Victoriano Huerta en un suceso contrarrevolucionario, en este suceso también mueren el vicepresidente Pino Suárez y el hermano de Madero, Gustavo.
Huerta asumió la presidencia, ocasionando el descontento de otros jefes revolucionarios, como Venustiano Carranza y Francisco Villa, quienes igual toman las armas. Tras un año de lucha, y ocupando el puerto de Veracruz las tropas estadounidenses, Victoriano Huerta renunció y huyó del país.
Para 1917 los constitucionalistas pudieron iniciar los trabajos de redacción de una nueva constitución y llevar a Carranza a la presidencia. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Emiliano Zapata, en 1919; Venustiano Carranza, en 1920; Francisco Villa, en 1923, y Álvaro Obregón, en 1928.
Con exactitud no se sabe cuándo finalizó la Revolución, ya que se sitúa en diferentes etapas con las muertes de los distintos líderes revolucionarios, pero este hecho sentó las bases de lo que se convertiría el país en los años siguientes. La Constitución política mexicana es la carta magna que nos rige, por la cual los mexicanos tenemos derechos y podemos decidir, expresarnos de manera libre y elegir a nuestros representantes políticos.
Eduardo Bonilla Manzano es estudiante de derecho
