Si hay una profesión en la que los chistes y memes abunden en internet, es la abogacía.
Que si piden $10 000 para copias y agilizar el trámite, que si en su primer juicio a su cliente le dieron cadena perpetua, entre otras bromas constantes.
Sin embargo, un hecho es que el conflicto es inherente a los seres humanos y, de alguna u otra forma, debe haber una figura mediadora para poder llegar a una solución. Es aquí donde entra el abogado.
Curiosamente, la palabra abogado proviene del latín advocātus, que a su vez deriva de la expresión latina ad auxillium vocatus (el llamado para auxiliar);por eso ya sea un problema civil, mercantil, laboral u alguna otra rama que conlleve la aplicación de la ley, la necesidad de un buen abogado está implícita.
No obstante, también es real que en ocasiones es muy fácil encontrar gente que se deje llevar por la corrupción; pero no es imposible encontrar un buen abogado que pueda salir avante a pesar de este y otros obstáculos que lleguen a presentarse.
A ellos, a los que dan un verdadero sentido a la palabra justicia, les deseamos un ¡feliz día del abogado!