—¿Qué? —cuestionó Jessica, muy sorprendida de la pregunta.

—No sabía que esa era una opción.

—No lo es, Luke, nosotros vamos a volver al pasado —respondió firmemente Regina.

—¿Para qué? —volvió a preguntar Álex.

—Para ganar la tercera guerra mundial. Ahora conocemos nuestros errores y lo que va a hacer el enemigo, ¿para qué nos quedamos?

—Para mejorar las cosas aquí, son superhéroes, podrían hacer una gran diferencia aquí —argumentó Álex.

—No somos superhéroes, sí tenemos tecnología muy avanzada, pero no somos superhéroes —Luke parecía muy feliz de que los llamaran superhéroes, aunque él lo había negado.

—Ahora el mundo ya está demasiado dañado, nosotros no haríamos una gran diferencia, en cambio en el pasado seríamos muy útiles —con eso Regina puso fin a la conversación.

—Emiliano, ¿qué tenemos que conseguir para reparar la máquina?

Él les pasó la lista de materiales. Valeria la revisó y dijo:

—Muchas de estas cosas ya no existen, y las que sí son muy difíciles de encontrar.

—¿Y no hay forma de reemplazarlas con otros materiales que tengan la misma función? —propuso Jessica.

—En teoría. La máquina está hecha de piezas universales, por si nos hacía falta algo y estábamos en otra época, pero tienen que tener el mismo funcionamiento básico.

Emiliano parecía estar más hablando para sí que para los demás: —Les diré para qué funciona cada pieza, y ustedes verán si existen piezas con ese mismo funcionamiento.

—Okey —respondió Emma.

Encontraron todos los materiales que necesitaban para la máquina del tiempo después de unas horas.

—Bien, esto es todo lo que necesito —Emiliano parecía cansado y satisfecho—. Muchas gracias por su ayuda, ya váyanse a sus casas, vengan en dos días cuando esto ya esté terminado.

Luke, Regina y Jessica se despidieron de ellos y los tres salieron de la cueva hacia el pueblo. Ninguno habló hasta que ya estaban en el tren.

—Les dije que sería buena idea venir al pueblo —dijo Valeria con un tono de superioridad.

—Okey, tenías razón —aceptó Emma—, pero no vuelvas a ir corriendo al interior de una

cueva que tenga un letrero de peligro, por favor.

—No te prometo nada.

—Me gustaría que se quedaran.

—Ya lo sé, Álex, a mí también me gustaría, pero ellos tienen sus motivos, además no es

nuestra decisión —dijo Emma.

—Ustedes están de acuerdo conmigo en que ellos son superhéroes ¿verdad? —preguntó

Alex

—Sí —contestaron Valeria y Emma al mismo tiempo.

Durante todo el camino siguieron hablando sobre el día que tuvieron y lo que descubrieron, hasta que llegaron a la ciudad y cada uno se fue a su casa.

Dos días después volvieron al pueblo, y al llegar a la base, encontraron que todos estaban listos para irse.

Regina, Emiliano, Jessica y Luke se despidieron de ellos, les dieron las gracias por su ayuda y les dijeron que siempre los recordarán. Se metieron a la cápsula, se cerró, empezó a vibrar y al segundo siguiente la máquina del tiempo desapareció junto con los héroes.

Los tres se quedaron viendo el lugar donde antes estaba la máquina por un momento hasta que Álex habló.

—Esto ha sido lo más increíble que me ha pasado en la vida.

—Opino lo mismo —dijo Valeria.

—Ayudamos a héroes a viajar en el tiempo, lo que pudo haber provocado que hayamos ganado la tercera guerra mundial, ¿saben lo irreal que suena eso?

—Y aun así es cierto —respondió Emma.

—Lo sé, ni yo me la creo.

—¿Creen que sí haya cambiado algo? —preguntó Alex.

—Tal vez, puede que el mundo sea diferente, si ganaron la tercera guerra mundial se habrían evitado muchos conflictos, y a lo mejor no hubo tantas guerras, ni radiación, y ahora todo es mejor —Emma era muy optimista con la idea.

—Hay que ir al pueblo y descubrirlo —propuso Valeria.

Al llegar al pueblo descubrieron que casi todo estaba igual.

—Yo creía que este sería uno de los lugares que más cambiaría si se ganaba la guerra —dijo Alex un poco decepcionado.

—Pues aquí fue la emboscada del ejército, y siguen las señales de guerra, así que aun así hubo una pelea, eso no significa que hayan perdido.

—Hay que volver a la ciudad e investigar sobre lo qué pasó —sugirió Emma esperanzada.

Después de buscar en muchos libros durante muchas horas, llegaron a la conclusión de que el mundo seguía siendo como antes.

—¿Pero por qué? —preguntó Valeria—. Regina, Jessica, Luke y Emiliano ganaron la guerra y todo estuvo bien, se evitaron muchos conflictos ¿por qué el mundo sigue igual?

—Aquí dice que las guerras volvieron a empezar unas décadas después —informó Álex.

—Así que ganar la guerra no sirvió de mucho para esta época —dijo Valeria

—Eso es decepcionante —se lamentó Álex

—Sí, lo es. Porque las guerras van a seguir, detener una no las detiene todas, lo que tendría que cambiar es la humanidad.

—Eso es más difícil, Emma, pero concuerdo contigo. Nosotros somos los que tenemos que cambiar, que mejorar.