La Visión es el origen del destino. La Visión es el origen de todo plan de acción… estratégico.
La Misión, Visión y los Valores son términos aparentemente de moda, asociados a procesos de aseguramiento de calidad, de institucionalización, de corporativismo y de cualquier otro proceso que indique profesionalización de una organización. En la definición de estos conceptos se deposita la razón y el futuro de la empresa.
Hablemos de la Visión. Todo empresario tiene una visión de su empresa, un sueño, una imagen de cómo se vería a futuro. El problema es que esta imagen es difusa, inestable, nebulosa y cambia según las noticias en los diarios, algún acontecimiento externo, un nuevo pedido, en fin, la imagen del futuro de la empresa se vuelve función del estado de ánimo del empresario.
Para evitar que la Visión de la empresa sea tan cambiante y vulnerable, es necesario que sea producto de un análisis profundo. De un análisis FODA (Fuerzas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), que considere las querencias y posibilidades de los socios.
La Visión, además, debe considerar las aportaciones del cuerpo directivo de la empresa. Mientras más participen en su definición, más sólida será. Es importante señalar que la Visión no es un ejercicio democrático donde se impone la versión de la mayoría. Finalmente, es potestad, derecho y obligación de los dueños de la empresa.
La importancia de incorporar opiniones de varios miembros clave en el ejercicio, es que participen, que la conozcan y al entenderla muy probablemente la harán suya. Al hacerla suya, se logra la magia: pasará de ser un OBJETIVO de la empresa a convertirse en un COMPROMISO personal.
El poeta argentino Almafuerte establece: “El soñar lo menos… es afrenta”.
Debemos soñar en grande, la Visión establece el destino a alcanzar. Ese futuro debe ser brillante, ambicioso, pero factible. No es obligado que sea medible, debe ser materializable, debes poderlo plasmar en una descripción escrita que sea “visible”, que te dé la certeza de saber que te estás acercando, y en su momento, que ya has llegado.
Para que una Visión sea sólida y sostenible en el futuro, es necesario que incluya el desarrollo de una ventaja competitiva. La característica diferencial que te hará ser mejor que el resto de tu competencia.
La Visión debe poderse transcribir en una serie de objetivos, que, por estar orientados a la misma, toman el carácter de estratégicos. Deben ser medibles, cuantificables, alcanzables en un tiempo determinado.
Para alcanzar estos objetivos estratégicos se establecen planes orientados a alcanzarlos, y estos a su vez, están orientados a la Visión de la empresa, los cuales también toman carácter de estratégicos.
¡¡Solo los planes orientados directamente a la Visión tienen carácter de estratégicos!!
Y tú, ¿ya sabes dónde estará tu empresa en 10 años?
Luis Alberto del Río
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